México, D. F., 06 de noviembre de 2012. Luego de reunirse ayer con la dirigencia nacional y legisladores de Nueva Alianza, encabezados por Luis Castro y Mónica Arreola, el Presidente Electo Enrique Peña Nieto señaló que los mexicanos optaron en las urnas por la pluralidad política, y esto le exige a la clase política madurez y apertura, para impulsar las transformaciones que México
requiere, al tiempo que manifestó que los retos son muy claros: revertir los escenarios de violencia y lograr condiciones de mayor seguridad para todos los mexicanos; combatir la pobreza en el país; e impulsar iniciativas y acciones que favorezcan un mayor crecimiento de la economía y posibiliten la creación de más empleos, por lo que celebró que los miembros del Partido Nueva Alianza compartan estos objetivos, y tengan la voluntad política para mantener el diálogo y lograr acuerdos que beneficien a todos los mexicanos.

Por su parte, el Presidente del Partido Nueva Alianza, Luis Castro Obregón, expresó en el acto referido que “acudimos a este primer encuentro entre el gobierno electo y Nueva Alianza con nuestra disposición para definir juntos las bases de nuestra cooperación por un México  próspero y desarrollado”, y afirmó además, que comparten los grandes objetivos de fortalecer la democracia, profundizar las libertades políticas, reconstituir el tejido social y garantizar la convivencia armónica con fundamento en la legalidad, el impulso a la educación, la ciencia y la cultura, la creación de oportunidades y la procuración del bienestar para todos los mexicanos.

En el acto, estuvieron presentes, además del Presidente y la Secretaria General de Nueva Alianza, Luis Castro Obregón y senadora Mónica Arriola Gordillo, la coordinadora del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza en la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, diputada Lucila Garfias Gutiérrez; el vicecoordinador, diputado René Ricardo Fujiwara Montelongo; y los diputados y diputadas federales, José Angelino Caamal Mena, Dora María Talamante Lemas, María San Juanita Cerda Franco, Rubén Benjamín Félix Hays, Luis Antonio González Roldán, Cristina Olvera Barrios, Sonia Rincón Chanona y Fernando Bribiesca Sahagún.

A continuación, el texto del mensaje de Luis Castro Obregón, Presidente de Nueva Alianza, durante el encuentro de los legisladores federales de Nueva Alianza con el Presidente Electo, Enrique Peña Nieto.

México, D.F., 5 de noviembre de 2012.

Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente Electo de México;

Señor Coordinador General de Política y Seguridad, Licenciado Miguel Ángel Osorio Chong;

Compañera Senadora Mónica Arriola, Secretaria General y Coordinadora del Parlamento de Legisladores de Nueva Alianza;

Compañera Diputada Federal, Lucila Garfias, Coordinadora del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza;

Compañeras y compañeros diputados federales de Nueva Alianza:

Señor Presidente Electo, saludamos su voluntad de diálogo y su determinación de construir acuerdos con todas las fuerzas políticas y sociales para trascender los graves desafíos que el país enfrenta, para avanzar a un nuevo tiempo mexicano,  de reconciliación y unidad, de seguridad y cohesión social, de oportunidades iguales para todas y todos los mexicanos.

Por ello, acudimos a este primer encuentro entre el gobierno electo y Nueva Alianza con nuestra disposición para definir juntos las bases de nuestra cooperación por un México  próspero y desarrollado.

Compartimos los grandes objetivos de fortalecer la democracia, profundizar las libertades políticas, reconstituir el tejido social y garantizar la convivencia armónica con fundamento en la legalidad, el impulso a la educación, la ciencia y la cultura, la creación de oportunidades y la procuración del bienestar para todos los mexicanos.

Compartimos igualmente la urgencia de impulsar las reformas que el país necesita potenciadas con el acuerdo democrático entre todas las fuerzas políticas y los actores sociales y económicos.

Y compartimos por supuesto la aspiración de todos los mexicanos, el ideal y el objetivo principal de erradicar la violencia, de vivir en paz, de vivir con seguridad, sin amenazas a la salud y la vida de nuestros hijos, al el patrimonio y las libertades de cada mexicano.

Por estas causas surgió Nueva Alianza a escasos años de haber comenzado el siglo XXI. A la fundación de nuestro partido, convergieron un sólido grupo de legisladoras y legisladores, y una amplia base social conformada por el magisterio mexicano, maestras y maestros libres, liberales y progresistas, quienes, en conjunto, crearon entonces Fuerza Reformadora, un espacio de identidad y acción colectiva para impulsar la transformación de México.

A menos de una década, Nueva Alianza se ha consolidado como partido político; continuaremos creciendo y afianzando nuestra posición como fuerza política nacional.

Nueva Alianza ha dado muestra de ser un partido que busca la construcción de acuerdos mediante el diálogo y la negociación democrática, para lograr el desarrollo integral del país y el bienestar de los mexicanos. Un partido que busca e impulsa la alianza entre todas las fuerzas políticas, económicas y sociales, para estos objetivos.

No renunciamos desde luego a impulsar la agenda de reformas en la que creemos, como tampoco a manifestar nuestro rechazo a políticas públicas que, desde nuestra perspectiva, dañen al país, lesionen los derechos y libertades del pueblo, u obstruyan el desarrollo nacional.

Somos un partido reformador; un partido liberal con fuerte sustento humanista y social; un partido capaz de establecer acuerdos y cumplirlos; un partido que tiene perfectamente claro que la pluralidad del país exige corresponsabilidad y compromisos compartidos.

Desde esta perspectiva, Nueva Alianza valora la importancia de este encuentro.

Estamos preparados para establecer las bases de nuestra relación con el nuevo gobierno que encabezará Enrique Peña Nieto. Estamos listos para impulsar los acuerdos necesarios para lograr la transformación, la trascendencia de México.

Cumpliremos la función propositiva, dialogante y promotora de alianzas, así como la función crítica indispensable en un régimen democrático, que se espera de un partido al servicio de la sociedad como el nuestro. 

Este año vivimos un proceso electoral intenso, no exento de fuertes diferencias e incluso delicadas tensiones políticas. Participamos en él con un profundo compromiso, contribuimos a elevar el nivel del debate y llamamos a la institucionalidad y al respeto a la legalidad.

La determinación democrática, la decisión de las y los mexicanos a favor de la democracia como forma de gobierno, se expresó de manera evidente y manifiesta.
Ésta es quizá la primera y más importante conclusión del proceso electoral: México quiere vivir en democracia, nuestro pueblo aprecia el régimen y las instituciones democráticas que hemos construido durante las últimas décadas.

Que nadie, ningún grupo, ningún partido, ninguna fuerza social o política ponga en riesgo la democracia que hoy por hoy caracteriza a nuestro país.

México se ha consolidado como una nación plural, el mandato de las urnas no deja lugar a dudas al respecto. Este mandato también expresa la urgencia de dedicar el mayor esfuerzo nacional a enfrentar la desigualdad social, a construir mejores condiciones de vida y una base común de bienestar para todas y todos los mexicanos por igual.
Estamos en buena hora para cumplirle al pueblo de México. Y sólo podremos hacerlo desde la democracia, desde la legalidad, la construcción de acuerdos y la reconciliación nacional.

México no quiere vivir en conflicto, ni en pobreza ni en desigualdad.

Lo que México y los mexicanos queremos es profundizar la democracia, es convivir en paz, en pluralidad y tolerancia, con armonía y con legalidad.

La clase política y sus expresiones organizadas, las fuerzas sociales y sus organizaciones tenemos la obligación de cumplirle a la nación.

México y los mexicanos queremos trascender. Trascender como nación, como sociedad, como familias, como individuos.

Es la hora de trascender:

Trascender las condiciones de pobreza en que viven millones de mexicanos.

Trascender la desigualdad social y económica, que es uno de los mayores retos nacionales.

Trascender la violencia y la inseguridad, que hieren al país y degradan a la sociedad.

Trascender la falta de acuerdos y la conflictividad política, que ha frenado al país en las dos últimas décadas.

Trascender la falta de reformas, los cuellos de botella e inercias que impiden una nueva etapa de desarrollo con crecimiento económico y bienestar.

Trascender la arrogancia que confunde alternancia con restauración, tentación autoritaria o unilateralidad.

Hemos venido a proponerle que hagamos juntos del ciclo que iniciará con su nuevo gobierno, la oportunidad de trascendencia que reclama el pueblo de México…

La trascendencia que el pueblo espera y exige de todos nosotros: de ésta generación de gobernantes, de políticos, de líderes partidistas, de legisladores…

Qué esta generación sea distinguida en el futuro como la generación que antepuso todos sus intereses para lograr la trascendencia de nacional y usted, como Presidente de México, puede liderar a esta generación.