LA EVALUACIÓN UNIVERSAL DE DOCENTES 
A partir de este año se iniciará la Evaluación Universal obligatoria para docentes y directivos en todas las escuelas públicas y privadas del país. La periodicidad de su aplicación será de tres años, a saber: en 2012, primaria; 2013, secundaria; y 2014, preescolar y educación especial.

El fundamento de lo anterior, es el documento que se firmó el 31 de mayo del año pasado, que se denominó precisamente Acuerdo para la Evaluación Universal de Docentes y Directivos en Servicio de Educación Básica, el cual fue suscrito por la maestra Elba Esther Gordillo, Presidenta del CEN del SNTE, y el maestro Alonso Lujambio, Secretario de Educación Pública, en un acto en el que se contó con la presencia como testigo de honor, del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.

Este nuevo instrumento que se pone en operación para todo el sistema educativo nacional, se presentó en el marco de la Alianza por la Calidad de la Educación, pactada entre el Gobierno Federal y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, con base en el Eje V. “Evaluar para Mejorar”, de tal manera que el objetivo que se estableció fue el de que la evaluación sirva para evaluar la calidad educativa, favorecer la transparencia y rendición de cuentas, y propiciar el diseño adecuado de políticas públicas.

Cabe recordar, que en la presentación del documento referido, la maestra Elba Esther Gordillo formuló una serie de reflexiones, que nos permiten valorar en forma cabal la trascendencia de este acuerdo, que como ella expresó, no es tarea fácil, pues, “Si de suyo evaluar significa intervenir de manera externa en un proceso de gestión y a quien la realiza, hacerlo en el desempeño docente resulta particularmente complejo, debido a que involucra un importante número de opiniones, de intereses, de ideologías, de actores, de tomadores de decisiones, de organizaciones sindicales, pero también de las familias y de la sociedad en general”.

No le falta razón a la Presidenta del SNTE cuando afirma, que poner en operación el acuerdo aludido, resulta todavía más complejo, “cuando, de una manera del todo inconveniente, se ha utilizado a la evaluación como un pretexto para la crítica y el sojuzgamiento, politizando instrumentos que están obligados a mantener su neutralidad”, pero además si se toma en cuenta que “este debate sobre la pertinencia o no de la evaluación educativa tiene dimensiones internacionales a lo largo de muchísimos años. Incluso, en los ámbitos académicos más calificados, se ha llegado a afirmar que después de un siglo de evaluación educativa, se duda todavía de su pertinencia en relación con el objetivo de elevar la calidad de la educación”.

Al respecto, la maestra Elba Esther Gordillo expone que “Entre las paradojas que se incorporan al debate, es que Finlandia, país que ocupa actualmente el primer lugar en el desempeño educativo, no tiene un sistema de evaluación universal de la gestión docente, ni lo ha considerado motivo siquiera de discusión”, por lo que “Algunos de los problemas que se señalan como difíciles de superar con respecto a la evaluación, y que en México tendremos que necesariamente resolver, está el que es altamente costosa si se hace con criterios de calidad; que condiciona el actuar de los docentes que pueden optar más por salir airosos de la evaluación que de su desempeño académico; que si no es consensuada tiene problemas en su aplicación; que si no es transparente y técnicamente impecable puede generar problemas de credibilidad, y que los evaluadores deben estar excelentemente preparados y demostrarlo así”.

Por ello, insiste en dos cuestiones que son medulares: una, que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, y de las propias entidades federativas, sea un órgano que esté integrado por los más conocedores, comprometidos con la educación y fuera del contexto institucional llamado gobierno o sindicato; y dos: que el punto de partida sea empezar por definir, desde la conducción del Estado, que la evaluación es con los maestros y las maestras y nunca contra ellos, por lo que resulta indispensable incorporarle procedimientos de autoevaluación, ya que no hay como que cada quien sepa qué ha hecho, cómo lo ha hecho y así mismo éticamente pueda revisar, si está cumpliendo con su compromiso y que se le permita estar implicado tanto en el proceso como en los resultados.

Seguramente en el futuro habrá mucho que comentar sobre lo que precede, pero por lo pronto nos parece muy oportuno recomendar, que todos los interesados en el tema, vean tres videos de una entrevista en la televisión, que concedió el año anterior la maestra Elba Esther Gordillo, a la conductora Adela Micha, en la cual la Presidenta del CEN del SNTE, explica en forma detallada varias cuestiones que aclaran muy bien, el citado Acuerdo para la Evaluación Universal de Docentes y Directivos en Servicio de Educación Básica. Los videos se publican en nuestra página de internet: www.snteceapson.com.